Marycarmen Blanco
4 de mar de 20231 min.
Si seguimos transmitiendo el legado del martirio a nuestras hijas, ¿con quién termina? ¿Qué mujer llega a vivir? ¿Y cuándo comienza la sentencia de muerte? ¿En el altar de la boda? ¿En la sala de partos? ¿La sala de partos de quién, la de nuestras hijas o la nuestra? Cuando llamamos amor al martirio enseñamos a nuestros hijos que cuando comienza el amor, termina la vida. por eso Jung sugirió: No hay mayor carga para un niño que la vida no vivida de un padre.
Glennon Doyle
Untamed
Es muy importante que nuestros mayores anhelos logremos hacerlos, trabajar en nuestras metas, hacer lo que mas nos gusta, que todo lo que hagamos sea una decisión a través del amor y la bendición y que no sea un Deber de Hacer, ya que a partir de el deber ya no haces nada a través del amor y dejas de cumplir tus sueños.
La mejor herencia que puedes dejarle a tus hijas es que puedan tener alas, alas muy grandes para que puedan volar y muy alto, de esa manera verán sus sueños hechos realidad y no los nuestros.
Es todo un introyecto, un mito y hasta un estigma el que tengan que continuar con las herencias de la familia. Profesiones, creencias religiosas, seguir un partido político, inclusive hasta vivir en el mismo código postal.
Solo que necesitas liberarte tu de esas ataduras para que puedas liberar a tus hijas y puedan ser libres.