La paternidad es quien sirve los cacahuates en medio de la turbulencia. Entonces, cuando llegan los problemas reales —cuando la vida trae a nuestra familia la muerte, el divorcio, la bancarrota, la enfermedad— la paternidad es mirar las caras de nuestros hijos y saber que tenemos tanto miedo como ellos. La paternidad es pensar: Esto es demasiado. No puedo guiarlos. Pero haré lo que no puedo hacer.
Así que nos sentamos junto a nuestros hijos. Giramos sus rostros hacia los nuestros hasta que apartan la mirada del caos y nos miran directamente a los ojos. Tomamos sus manos entre las nuestras. Les decimos: "Mírame. Somos tú y yo. Estoy aquí. Esto es más real que todo lo que hay por ahí. Tú y yo. Nos tomaremos de la mano, respiraremos y nos amaremos. Incluso si nos estamos cayendo desde el cielo."
La familia es: Ya sea que nos estemos cayendo o volando, nos vamos a cuidar los unos a los otros durante todo el maldito viaje.
Glennon Doyle
Untamed
Siento muy importante esta metáfora del vuelo que describe en su libro Glennon Doyle.
Cuando mi hijo estaba en la clínica de recuperación, me vió participar en todos los eventos de la clínica, ya fueran terapias grupales, individuales, ceremonias de graduación de algunos pacientes u otros eventos. Y me preguntó un día: "¿Mamá que haces aquí, siempre estás en todos los eventos? y yo le contesté porque estoy contigo en esto, yo también estoy en recuperación, yo estoy de la mano contigo y juntos nos vamos a levantar de esto.
Soltarlo como madre y dejarlo en las manos de los profesionales y de Dios, me dio a mi la oportunidad de poder acompañarlo en esto, yo no podía ayudarlo, no podía controlar su consumo, su dolor, pero si pude tomarlo de la mano y decirle aquí estoy contigo.
Y el resto de la familia, hizo lo mismo.
Tomemonos de la mano, con la oración de la Serenidad, cada quien toma su propia responsabilidad y juntos nos acompañamos en la turbulencia.
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