Por favor, aquí no es buscar culpables. Nuestros padres hicieron y dieron lo mejor que pudieron y por eso estoy agradecida y bendecida.
Una manera de poder reconocer los traumas de la infancia, es siendo conscientes de nuestros comportamientos como adultos.
Menciono algunos traumas de la niñez, ya que no todo son golpes:
Intimidación
Desastres naturales: terremotos, huracanes, tornados etc.
Vivir en una comunidad violenta
Indiferencia
Enfermedad, muerte
Abuso físico
Guerras
Siendo refugiados
Abuso sexual
Terrorismo y violencia
Abandono
Divorcio
Padre y/o madre adictos a alguna sustancia
Si de niño viviste alguna de las mencionadas, y hubo un adulto consciente donde te cobijó, serás un adulto sano, pero si en ese momento no recibiste el cobijo de alguien, se hará una herida en tu subconsciente, habrá miedo y no podrás tener confianza.
Todo esto lo guardamos en el subconsciente, esta escondido, esta en el clóset. La manera que podamos trabajarlo es despertando nuestra consciencia, saliendo del clóset, y ver ¿por qué hago lo que hago? ¿por qué digo lo que digo? ¿por qué pienso lo que pienso?
Aquí no hay buenos y malos, hay un niño dañado, un niño que necesita un abrazo, unas palabras compasivas, y sentirse amado.
El Dr. Gabor Maté, dice que las personas que se encuentran en las cárceles, fueron niños totalmente maltratados, niños que no conocieron el amor, niños que no recibieron un abrazo, niños que solo conocieron castigos y maltratos. Sus enseñanzas y aprendizajes fueron el temor, el miedo, el terrorismo...
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