La adicción es "todo sobre" muchas cosas.
Muchos creemos que el tratamiento para el consumo de sustancias es simplemente "dejar de consumir".
Si entendiéramos la complejidad del problema, veríamos un caleidoscopio en donde muchos patrones podrían surgir.
Si continuamos tratando la adicción solamente como un problema de consumo, sin ver mas profundamente la relación que tiene la persona con la droga, no podrá haber recuperación.
Utilizar castigos, abandonar a la persona a su suerte, encarcelarlos, mandarlos a la calle, juzgarlos, culparlos de su situación lo único que ocurrirá es que la persona no logre recuperarse.
Tocar el problema desde la raíz, es poder escuchar a la persona a través de su propia historia, eventos adversos desde su niñez, conocer la historia familiar es elemental, ya que esto es multigeneracional. "El dolor engendra dolor." Es por eso que es importantísimo que toda la familia esté en tratamiento.
Entendiendo la complejidad de la adicción, la recuperación es un proceso para toda la vida, ya que hay que sanar ese dolor emocional, físico, biológico que todos llevamos dentro, en especial la pérdida de la identidad. Las etiquetas hieren y dañan a las personas de tal manera que no ayudarán en nada en la recuperación.
El lenguaje que utilizamos en la recuperación es de suma importancia, al igual que validar sus emociones y sentimientos.
En el tratamiento debe de estar el amor incondicional, la compasión, la empatía y una escucha activa.
La persona necesita un lugar seguro en donde pueda eliminar la culpa y la vergüenza para que pueda hablar.
Hablar es Sanar.
Marycarmen Blanco
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