¿Dónde podríamos encontrar la recuperación?
Primero sería poder identificar mi dolor, tanto físico como emocional, para poder trabajar en mi recuperación.
Con otros seres humanos, los apegos son realmente esenciales para un crecimiento sano.
Los animales, son seres altamente incondicionales, una mascota en casa, un perro entrenado, terapias con caballos y/o delfines, llegar a tener una conexión con ellos, nos puede ayudar muchísimo en sanar nuestro interior.
La hermosa y grandiosa naturaleza, los árboles, los ríos, las cascadas, el océano, las montañas, las flores, las plantas etc., si nos llegamos a sintonizar con la naturaleza, lograremos conectarnos con nosotros mismos y en especial con ese poder superior.
El perdón, es parte esencial de nuestra propia recuperación, y no tanto perdonar al otro, sino más bien, perdonarnos a nosotros mismos. Del daño que nos hacemos, consumiendo sustancias dañinas, comiendo comida chatarra, no hacer ejercicio, no tener realmente un buen auto-cuidado.
La empatía, poder reconocer el dolor del otro, puede ayudar a su recuperación, palabras de aliento, un buen abrazo o simplemente la compañía es reconfortante.
El escuchar, tener la habilidad de escuchar al otro, es parte de su propio desahogo y sanación.
La inclusión, no hay peor castigo para alguien que el abandono, el destierro, la soledad, el desprecio, la crítica, y la exclusión.
La justicia compasiva, es una forma de pensar la justicia cuyo foco de atención son las necesidades de las víctimas y los autores o responsables del delito, y no el castigo.
Crear espacios comunitarios, y nos podamos unir en ceremonias, parques recreativos, espacios para meditar, cantar, bailar, jugar. Actividades en donde nos unamos más con el otro.
En otras palabras, todas las cualidades necesarias para la curación están realmente presentes en las enseñanzas tradicionales.
Para ayudar a sanar a quienes más lo necesitan, y también para sanar como sociedad debemos abandonar la arrogancia, el individualismo, el egoísmo, las envidias, el resentimiento, la venganza, el odio, las guerras, y sobre todo el poder.
Darnos cuenta de que las respuestas han estado aquí con nosotros todo el tiempo, simplemente no les hemos prestado atención, y si lo hiciéramos, toda nuestra sociedad sería mucho más feliz y mucho más humana.
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