“La recaída es un proceso que comienza mucho tiempo antes de que el adicto regrese al uso de sustancias psico-activas, alcohol u otras drogas. El proceso de recaída comienza cuando la persona químico dependiente en sobriedad empieza a manejar mal los problemas, y como resultado siente un progresivo dolor y molestia en su sobriedad. Este dolor e incomodidad pueden ser tan severos que no puede vivir normalmente en recuperación. En A se conoce como “Borrachera seca”. Otras personas le llaman tendiéndose la cama. Las personas en recuperación se pueden lastimar tanto que se convencen de que, el uso de los químicos adictivos no pueden ser peores, que el dolor de estar en sobriedad.”
Fase I:
Cambio Interno: Durante esta fase I, todo se ve bien desde afuera, pero empiezo a usar viejos patrones adictivos de pensamiento y de manejo de mis emociones que me hacen sentir mal por dentro. Las señales de alerta de recaída más comunes son:
Aumento del estrés: Empiezo a sentir más estrés de lo normal. Algunas veces esto es resultado de un problema o de una situación fácil de ver. En otros momentos es resultado de problemas pequeños que me causan estrés, y éste se incrementa con el tiempo.
Cambio en la forma de pensar: Empiezo a pensar que mi programa de recuperación no es tan importante como lo era antes. Algunas veces las cosas se ven tan bien que no creo que deba poner mucho esfuerzo en mi programa. En otros momentos tengo problemas en donde mi programa de recuperación parece no ayudar y yo me pregunto, “Porqué molestarme”.
Cambio en mis emociones: Empiezo a tener emociones poco placenteras que no me gustan. A veces me siento eufórico, como si todo estuviera saliendo como yo quiero cuando yo sé que en realidad no es así. En otros momentos me siento deprimido, como si nada estuviera saliendo bien. Yo sé que estos cambios en mi estado de ánimo no son buenos para mi.
Cambio en mi comportamiento: Empiezo a actuar diferente. Sigo viéndome y parezco que todo esta bien por afuera, pero en mi interior yo sé que no estoy practicando mi programa como lo hacía. En el fondo sé que algo está mal.
Fase II:
Negación: Durante esta fase, dejo de prestar atención o de ser honesto con los demás en relación a mis pensamientos y emociones. Las señales de alerta más comunes son:
2.1. Preocupación por mí mismo: Me siento intranquilo con los cambios en mi pensamiento, sentimiento y comportamiento. Esta inquietud va y viene, y normalmente dura poco tiempo. A veces tengo miedo de no poderme mantener en abstinencia, pero no quiero pensar en ello.
2.2. Negación de que estoy preocupado: Me enfrento a esta intranquilidad en la misma forma en la que solía usar para enfrentarme a mi adicción, entro en negación y trato de convencerme de que todo está bien cuando en realidad no lo está. A veces esta negación funciona y me olvido de todos mis problemas y me siento mejor por un rato. Normalmente me doy cuenta de la negación y cuando lo estoy haciendo. Es solamente después cuando pienso en la situación y soy capaz de reconocer lo mal que me estaba sintiendo y cómo negué esos sentimientos.
Fase III:
Comportamiento Evasivo y Defensivo: Durante esta fase, trato de evitar a cualquier persona o cualquier cosa que me fuerce a ser honesto sobre los cambios en mi pensamiento, sentimientos y comportamiento. Si me confrontan directamente, me pongo a la defensiva y no puedo escuchar lo que otros tratan de decirme. Las señales de alerta más comunes son:
Creencia de nunca voy a usar alcohol o drogas: Estoy convencido de que no necesito poner mucha energía en mi actual programa de recuperación porque probablemente nunca voy a volver a usar alcohol o drogas. Intento guardar esta creencia en secreto. A veces tengo miedo de que mi consejero u otras personas en recuperación me confronten al decírselos. En otros momentos pienso que no es asunto suyo.
Preocupación por otros en lugar de mí: Distraigo mi atención para centrar mi preocupación en la sobriedad de otros. Juzgo la forma de beber o usar drogas de mis amigos o de mi pareja y de los programas de recuperación de otras personas. guardo estas críticas en privado y no hablo de ellas. A esto normalmente le llaman “trabajando el programa de otra persona”.
Defensividad: Me siento reacio para discutir mis problemas personales y lo que estoy haciendo en mi recuperación porque tengo miedo de ser criticado o confrontado. Siento miedo, enojo y me pongo a la defensiva cuando otras personas me hacen preguntas acerca de mi programa de rehabilitación o me marcan cosas de mi recuperación que yo no quiero ver. A veces tiendo a ser defensivo cuando ni siquiera es necesario.
Comportamiento Compulsivo: Comienzo a usar comportamientos compulsivos para mantener mi mente alejada de lo mal que me siento. Me detengo en viejas, rígidas y maneras auto-defensivas de pensar y actuar. Tiendo a hacer las cosas una y otra vez sin una buena razón. Trato de controlar conversaciones hablando demasiado o no hablando para nada. Empiezo a trabajar más de lo que necesito y me involucro en muchas actividades. Otras personas creen que soy un modelo a seguir en recuperación por mi fuerte participación en el trabajo y en las sesiones de los Doce Pasos. Me vuelvo activo en mi grupo de terapia “jugando al terapeuta” pero estoy reacio para hablar de mis problemas personales. Evito contacto casual o informal con las personas a menos que pueda controlarme.
Comportamiento Impulsivo: Comienzo a crearme problemas usando un juicio pobre y actúo impulsivamente haciendo las cosas sin pensar en ellas. Por lo general esto sucede en tiempos de mucho estrés. Algunas veces me siento mal, pero pongo excusas y culpo a otros por los problemas.
Tendencia hacia la Soledad: Empiezo a sentirme incómodo con las personas y a pasar más tiempo solo. Por lo general, tengo buenas excusas y razones para mantenerme alejado de otras personas. comienzo a sentirme solo. En lugar de enfrentarme a la soledad tratando de conocer y de estar con otras personas, soy mas compulsivo en hacer las cosas solo.
Fase IV:
Creando Crisis: Durante esta fase, empiezo a tener problemas que no entiendo con mi sobriedad. Aún así, quiero resolver estos problemas y trabajar duro, para esto surgen dos nuevos problemas que reemplazan cada problema que yo resuelvo. Las señales de alerta más comunes son:
4.1. Visión de Túnel: Empiezo a pensar que mi vida está hecha de partes separadas y sin relación entre ellas. Me ocupo de una pequeña parte de mi vida y bloqueo las demás. Algunas veces solamente me centro en cosas buenas y bloqueo o ignoro las malas. De esta forma erróneamente creo que todo está bien cuando en realidad no lo está. En otros momentos sólo veo lo que está mal y bloqueo esa parte proporcional. Esto causa que sienta que nada está saliendo a mi modo, cuando hay muchas cosas buenas que están sucediendo en mi vida. Como resultado no puedo ver “todo el panorama” o darme cuenta de que lo que hago con una parte de mi vida y a su vez causarle problemas a otras partes de la misma. No sé cuando y porqué se desarrollan los problemas. Creo que la vida es injusta y que no tengo poder para hacer algo.
4.2. Depresión Menor: Me empiezo a sentir deprimido, desganado, triste, indiferente, y vacío de sentimientos. Me falta energía, tiendo a dormir demasiado, y rara vez me siento bien o lleno de voluntad. Soy capaz de distraerme de este estado de ánimo ocupándome con otras cosas y no hablando de la depresión.
4.3. Pérdida de la Planeación Constructiva: Dejo de planear y de pensar de antemano lo que voy a hacer después. Empiezo a pensar en el lema “Un día a la vez” significa que no debo planear o pensar con anticipación lo que voy a hacer. Presto cada vez menos atención a los detalles. Me siento indiferente. Mis planes están basados en pensamientos fantasiosos (como deseo que las cosas fueran) más que en realidad (como son las cosas). Como resultado hago planes irreales y dejo de poner atención a los detalles para implementar estos planes.
4.4. Planes que Empiezan a Fracasar: Mis planes empiezan a fracasar y cada falla crea nuevos problemas. Tiendo a sobre-reaccionar y a no manejar cada problema, de tal forma que creo uno nuevo y más grande. Empiezo a tener los mismos problemas con mi trabajo, mis amigos, mi familia y con el dinero que usualmente gastaba cuando estaba usando adictivamente. Me siento culpable y con remordimiento cuando tengo estas dificultades. Trabajo duro para poder solucionarlas, pero algunas veces parece que va mal, lo cual crea un conflicto aún más grande y siento depresión.
Fase V:
Inmovilización: Durante esta fase me siento atrapado en un torrente interminable de problemas inmanejables y siento que me doy por vencido. Parece que no puedo comenzar o hacer las cosas que sé que necesito. Las señales de alerta más comunes son:
5.1. Soñar Despierto y Pensamiento Fantasioso: Me es más difícil concentrarme o resolver las cosas. Tengo fantasías de escapar o “de que todo se resuelva” por un milagro. El síndrome de “si solo” es más común en las conversaciones. Empiezo a soñar despierto y a desear las cosas que quiero sin hacer nada para conseguirlas.
5.2. Sentimientos de Que Nada Se Va a Solucionar: Empiezo a sentirme un fracasado quien nunca va a ser capaz de hacer las cosas bien. Los fracasos pueden ser reales o imaginarios. Exagero los pequeños problemas y los saco de proporción mientras me doy cuenta que nada está bien. “He tratado lo mejor de mí y mi recuperación no está funcionando”.
5.3. Deseo Inmaduro de Ser Feliz: Tengo un vago deseo de “ser feliz” o de que “las cosas salgan bien”, pero no hago planes para que esto suceda. Quiero ser feliz pero no tengo idea de lo que debo hacer para serlo. No deseo trabajar duro o pagar el precio para ser feliz como deseo. Empiezo a desear que algo mágico suceda para rescatarme de mis problemas.
Fase VI:
Confusión y Sobre reacción: Durante esta fase tengo problemas para pensar con claridad y para manejar mis pensamientos, sentimientos y comportamientos. Estoy irritable y tiendo a sobre reaccionar por pequeñas cosas. Las señales de alerta más comunes son:
6.1. Dificultad para Pensar con Claridad: Empiezo a tener problemas para pensar con claridad y para resolver problemas simples. Algunas veces mi mente corre y no puedo detenerla mientras que en otros momentos parece que se apaga o se pone en blanco. Mi mente tiende a vagar y tengo dificultad para pensar sobre algo por poco más de unos minutos. Me confundo y tengo problemas para darme cuenta de cómo las cosas se relacionan o afectan a otras. También tengo dificultad en decidir que debo hacer después para manejar mi vida y mi recuperación. Como resultado tiendo a tomar malas decisiones que no habría tomado si pudiera pensar con claridad.
6.2. Dificultad en Manejar Sentimientos y Emociones: Empiezo a tener dificultad en manejar mis sentimientos y mis emociones. Algunas veces tiendo a sobre reaccionar emocionalmente y a sentir demasiado. En otros momentos me siento insensible y no puedo descubrir lo que estoy sintiendo. Algunas veces me siento raro o tengo “sentimientos locos” sin razón aparente. Empiezo a pensar que a lo mejor me voy a volver loco. Tengo cambios bruscos en mi estado de ánimo y periódicamente me encuentro deprimido, ansioso y temeroso. Como resultado, no confío en mis sentimientos y emociones y a veces trato de ignorarlos, taparlos, u olvidarme de ellos. Mis cambios de estado de ánimo comienzan a crearse nuevos problemas.
6.3 Dificultad en Recordar Cosas: En algunos momentos tengo dificultad en recordar cosas y en aprender nueva información y habilidades. Las cosas que deseo recordar parece que se disuelven o se evaporan de mi mente en unos minutos. También tengo problemas en recordar eventos importantes de mi niñez, adolescencia o adultéz. En momentos recuerdo con claridad las cosas, pero en ocasiones estas mismas cosas no vienen a mi mente. Me siento bloqueado, atascado, o separado de estas memorias. En momentos la incapacidad de recordar cosas me hace tomar malas decisiones que no hubiera tomado si mi memoria trabajara correctamente.
6.4. Periodos de Confusión: Empiezo a confundirme mas seguido, la confusión es más severa y dura más tiempo. no estoy seguro de lo que está bien o mal. No sé que hacer para resolver mis problemas, porque cualquier cosa que hago parece que los agrava. Me enojo conmigo porque no puedo resolver ningún problema y solamente empeoro las cosas.
6.5. Dificultad para Manejar el Estrés: Empiezo a tener problemas para enfrentarme al estrés. Algunas veces me siento bloqueado y no puedo reconocer las menores señales de estrés. Otras veces me siento sobre saturado por el severo estrés sin razón aparente. Cuando me siento demasiado estresado sin importar lo que haga, no puedo relajarme. Las cosas que usan otras personas para relajarse tampoco me funcionan o empeoran el estrés. Parece que estoy tan tenso que no me puedo controlar. El estrés comienza a ser tan malo que no puedo hacer las cosas que normalmente hago. Tengo miedo de caer en un colapso físico o emocional.
6.6. Irritabilidad con los Amigos: Mis relaciones con mis amigos, mi familia, mi consejero, y con otras personas en recuperación se vuelven tensas. A veces me siento amenazado cuando otros hablan de los cambios que notan en mi comportamiento y en mi estado de ánimo. A veces no me importa lo que dicen. Los argumentos y conflictos empeoran a pesar de mis esfuerzos por resolverlos. Empiezo a sentirme culpable.
6.7. Disposición al Enojo: Me siento irritable y frustrado. Empiezo a perder mi temperamento sin razón real y después me siento culpable. Frecuentemente sobre reacciono a pequeñas cosas que realmente no hacen gran diferencia. Empiezo a evitar a las personas porque tengo miedo de perder el control y volverme violento. El esfuerzo por controlarme se suma al estrés y a la tensión.
Fase VII:
Depresión: Durante esta fase me deprimo tanto que no puedo hacer las cosas que normalmente hacía. A veces siento que no vale la pena vivir y a veces pienso en suicidarme o usar alcohol o drogas como una forma para terminar con la depresión. Estoy tan deprimido que no puedo ocultárselo a los demás. Las señales de alerta más comunes son:
7.1. Hábitos Alimenticios Irregulares: Empiezo a sobre reaccionar o a perder el apetito y a comer muy poco. Como resultado comienzo a subir o bajar de peso. Me salto comidas y como a deshoras. Reemplazo una dieta balanceada y nutritiva por “comida chatarra”.
7.2. Falta de Deseo de Tomar Acción: No puedo comenzar nada o hacer algo. En esos momentos soy incapaz de concentrarme, me siento ansioso, temeroso, intranquilo, y muy a menudo me siento atrapado, sin salida.
7.3. Dificultad para Dormir Descansadamente: No puedo quedarme dormido. Cuando duermo, tengo sueños no usuales o pesadillas, me despierto muchas veces y tengo dificultad en volverme a dormir. Duermo intermitentemente y rara vez experimento un sueño profundo y relajado. Me despierto sintiéndome cansado. Los horarios en que duermo cambian. A veces me quedo despierto hasta muy tarde por mi incapacidad para quedarme dormido y después duermo demasiado porque estoy tan cansado como para levantarme en la mañana. En otros momentos estoy exhausto y duermo por mucho tiempo, a veces duermo por un día o más.
7.4. Pérdida de Estructura Diaria: Mi rutina diaria se vuelve desordenada. Empiezo a levantarme y a acostarme a deshoras. Comienzo a saltarme comidas y a comer a deshoras. Encuentro difícil mantener los planes de mis compromisos y eventos sociales. Me siento precipitado y sobrecargado, a veces y en ocasiones no tengo nada que hacer. Soy incapaz de seguir los planes y las decisiones y me siento tenso, frustrado, temeroso o ansioso y esto me mantiene lejos de hacer lo que necesito.
7.5. Periodos de Profunda Depresión: Me siento deprimido más seguido. La depresión empeora, dura más tiempo e interfiere con mi vida. La depresión es tan severa que los demás la notan y difícilmente puedo negarla. La depresión es más severa en periodos de tiempo que no están estructurados ni planeados. La fatiga, el hambre y la soledad hacen la depresión peor. Cuando me siento deprimido me separo de otras personas, me vuelvo irritable y me enojo con los demás, y me quejo de que nadie me hace caso o comprenda por lo que estoy pasando.
Fase VIII:
Pérdida del Control del Comportamiento: Durante esta fase no puedo controlar mis pensamientos, sentimientos y comportamientos. No puedo apegarme a un calendario diario productivo. Sigo negando que tan disfuncional me he vuelto, y no tengo ganas de admitir que estoy fuera de control aún cuando mi vida es caótica y tengo serios problemas. Las señales de alerta más comunes son:
8.1. Asistencia Irregular a AA y a Reuniones de Tratamiento: Empiezo a encontrar excusas para faltar a mí terapia y a las reuniones de los grupos de auto-ayuda. Encuentro excusas para justificar esto y no reconozco la importancia de AA y de mi tratamiento. Desarrollo una actitud en la que “AA y consejería no me hacen sentir mejor, así que ¿porqué debo hacerlas como prioridad número uno? Otras cosas son más importantes”.
8.2. Actitud de “No Me Importa”: Trato de actuar como si no me importaran los problemas que están sucediendo. Esto es para esconder sentimientos de impotencia, y una creciente falta de auto-respeto y de auto-confidencia.
8.3. Rechazo Abierto a la Ayuda: Me separo de las personas que me pueden ayudar. Puedo lograrlo arranques de enojo que hacen que los demás se alejen, los critico o en silencio me retiro.
8.4. Descontento con la Vida: Las cosas parecen ser tan malas que empiezo a pensar que puedo regresar al uso de alcohol o drogas porque las cosas no podrían estar peor. Parece que mi vida se ha vuelto inmanejable aún cuando estoy sobrio y no usando adictivamente.
8.5. Sentimientos de Impotencia y de Ineficacia: Tengo “problemas para comenzar”. Tengo dificultad para pensar con claridad, para concentrarme y para pensar abstractamente. Siento que no puedo hacer nada y empiezo a creer que no hay salida.
Fase IX:
Reconocimiento de la Pérdida de Control: Durante esta fase se rompe mi negación y de repente reconozco que tan severos son mis problemas, que tan inmanejable se ha vuelto mi vida, y que poco poder y control tengo para resolver cualquier problema. Esta conciencia es muy dolorosa y me asusta. Para este tiempo me he vuelto tan aislado que parece que no hay nadie a quien pedirle ayuda. Las señales de alerta más comunes son:
9.1. Dificultad con la Coordinación Física y Accidentes: Empiezo a tener dificultad con la coordinación física que da como resultado torpeza, desequilibrio, dificultad con la coordinación motriz (ojo-mano), o reflejos lentos. Estos problemas me hacen sentir torpe y elevo el riesgo de accidentes.
9.2. Auto-Compadecimiento: Empiezo a sentir lástima por mí. Puedo usar la auto-compasión para atraer la atención de los miembros de AA o de mis familiares. Me siento avergonzado porque creo que debo estar loco, emocionalmente perturbado, defectuoso como persona o incapaz de ser o de sentirme normal. También me siento culpable porque creo que estoy haciendo las cosas mal o que estoy fallando en trabajar un programa de recuperación adecuado. La culpa y la vergüenza hacen que esconda las señales de alerta y provocan que deje de hablar con otros honestamente de lo que estoy experimentando. Entre más tiempo guardo las señales de alerta más incrementan su fortaleza. Trato de manejar las señales de alerta y me doy cuenta de que no puedo. Como resultado comienzo a pensar de que soy incapaz y siento pena por mí.
9.3. Pensamientos de Uso Social: Empiezo a creer que el usar alcohol o drogas me van a ayudar a sentirme mejor. Empiezo a desear que un día puedo regresar a beber socialmente y a usar drogas como recreación. Siento que a lo mejor pueda controlarlo la próxima vez. A veces puedo poner estos pensamientos fuera de mi mente, pero otras veces los pensamientos son tan fuertes que no los puedo detener. Empiezo a sentir que el uso de alcohol o drogas es la única alternativa para no volverme loco o suicidarme. Usar alcohol o drogas parece ser una alternativa sana y racional.
9.4. Mintiendo Conscientemente: Yo sé que estoy mintiendo, uso la negación y excuso mi comportamiento, pero no puedo detenerme. Me siento fuera de control. Empiezo a hacer cosas que violan mis valores y que normalmente no hacía. Parece que no puedo detenerme o controlar mi comportamiento.
9.5. Completa Pérdida de la Auto-Confianza: Me siento atrapado y saturado porque no puedo pensar claramente o hacer las cosas que se que necesito para resolver mis problemas. Me siento incapaz y desesperado. Empiezo a creer que soy inútil, incompetente, y que nunca voy a ser capaz de manejar mi vida.
Fase X:
Reproducción de Opciones: Durante ésta fase me siento atrapado por el dolor y por la incapacidad para manejar mi vida. Empiezo a creer que solamente hay tres salidas – enfermedad mental, suicidio, o auto-medicación con alcohol o drogas –. No creo que alguien o algo pueda ayudarme. Las señales de alerta más comunes son:
10.1. Resentimiento irracional: Me siento enojado por la incapacidad para comportarme como yo quiero. Algunas veces el enojo es como el mundo en general, algunas otras con alguien o con algo en particular, y otras veces conmigo.
10.2. Asistencia Irregular a Tratamiento o a AA: Dejo de asistir a todas las reuniones de AA. Si estoy tomando Antabuse, me puedo olvidar de tomarlo o deliberadamente dejo de tomarlo con regularidad. Por lo general, la relación termina si mi padrino o una persona que me está ayudando es parte de mi tratamiento, la tensión y el conflicto se desarrollan y este se vuelve muy severo. Puedo dejar mi consejería profesional aún cuando sé que necesito ayuda.
10.3. Soledad Abrumadora, Frustración, Enojo y Tensión: Me siento completamente abatido. Creo que no hay salida excepto con la bebida, el suicido o la enfermedad mental. Me siento inútil, desesperado y a punto de estar loco.
10.4. Pérdida del Control del Comportamiento: Cada vez experimento más y más dificultad para controlar mis pensamientos, emociones, juicios y comportamientos. Esta pérdida progresiva y la incapacidad para controlarme empiezan a causarme serios problemas en todas las áreas de mi vida, incluyendo mi salud. No importa cuánto esfuerzo haga para controlarme, soy incapaz de hacerlo.
Fase XI:
Uso de Alcohol o Drogas: Durante esta fase regreso al uso de alcohol o drogas, trato de controlarlo, pierdo el control y me doy cuenta de que mi adicción una vez más, está destruyendo mi vida.
11.1. Intento por Controlar mi Uso: Me convenzo de que no tengo otra alternativa que regresar al uso de alcohol o drogas o de que el uso de alguna manera va a ayudarme a resolver mis problemas mejor o me va a permitir escapar de ellos por un tiempo. Planeo intentar el uso social o el tomar mucho de un solo golpe. Si trato de ser un usuario social controlado o un usuario recreacional, empiezo a usar un poco regularmente. Si decido tomar mucho de golpe, planeo que el episodio de consumo sea “una sola vez, con tiempo limitado y controlado”.
11.2. Decepción, Vergüenza y Culpa: Me siento decepcionado porque el alcohol o las drogas no me dan lo que yo pensaba. Experimento culpabilidad porque creo que hice algo malo, por lo que regreso al uso adictivo. Me encuentro avergonzado porque empiezo a creer que soy una persona defectuosa y sin valor, y mi recaída lo comprueba.
11.3. Pérdida de Control: Mi uso de alcohol o drogas progresa en espiral. Algunas veces pierdo control despacio. En otros momentos la pérdida de control es muy rápida. Empiezo a usar con más frecuencia y con más cantidad que antes.
11.4. Problemas de Salud y de Vida: Empiezo a tener severos problemas con mi salud y con mi vida. Mi matrimonio, trabajo y amigos están seriamente dañados. Eventualmente mi salud física sufre y me enfermo tanto que necesito tratamiento profesional.
Gorski, T. T. (2015, Abril 16).
https://solucionesenadicciones.wordpress.com/2015/04/16/lista-de-senales-de-alerta-de-recaida-en-adicciones-de-terence-gosrki/. Retrieved from https://solucionesenadicciones.wordpress.com/.
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