EL CONTROL NO TIENE NADA QUE VER CON EL AMOR INCONDICIONAL.
El echo de saber que soy su madre, no significa que debo de controlar sus vidas y mucho menos saber que es lo mejor para ellos. No tengo ningún derecho sobre eso.
Como madre, mi responsabilidad es darles sus necesidades básicas, amor incondicional, aceptación, compañía, abrazos, guiarlos, divertirnos, jugar, escucharlos, acompañarlos en su camino, aunado a darles una buena educación académica y social, una sana alimentación, casa, sustento etc. Ahora que ya son adultos, son libres de tomar su propio camino, su trabajo, su lugar de residencia, sus creencias, sus ideas, sus decisiones y que sepan que yo ahí estoy para cuando me necesiten, sin que ellos tengan que hacer, pensar, creer lo que yo siento es lo mejor para ellos, ya que eso no lo sé, mi única responsabilidad es trabajar en qué es lo mejor para mí y a ellos solo acompañarlos y guiarlos en su proceso.
Como madre no tengo ningún derecho en entrometerme en sus vidas para controlarlas y hacerles ver que lo están haciendo mal, porque no lo están haciendo a la manera de cómo yo lo haría.
Soltarlos no significa aventarlos al mundo y abandonarlos, soltarlos significa que ellos con las herramientas que ya tienen podrán enfrentar al mundo de la mejor manera, porque ellos sabrán como hacerlo.
Es un mito decir que yo porque soy su madre se que es lo mejor para ellos, eso es querer tener control sobre sus vidas. De esa manera ellos no podrán descubrir su propia capacidad para enfrentar su vida, sus bendiciones y adversidades.
Por supuesto que quiero lo mejor para ellos, solo que lo mejor para ellos es mi amor incondicional, sin esperar nada de ellos, sin quererlos controlar, y solo acompañarlos en su proceso.
Cuando se me acercan para compartirme algo, lo único que hago es escucharlos atentamente y luego si ellos lo desean, les aconsejo, pero si no, solo escucho.
Todo esto me ha ayudado a liberarme de situaciones que no puedo controlar, ya que lo único que puedo controlar es mi propia vida.
Marycarmen Blanco
