¿Cuál es tu historia?
¿Qué adversidad o adversidades viviste en tu niñez?
¿Viviste algún duelo? cambio de residencia, la muerte de un ser querido o una mascota, cambio de colegios, la enfermedad de alguien, un familiar con un diagnóstico de saludo mental...
¿Alguno de tus padres o ambos consumían o consumen sustancias?
¿Te intimidaron (bulearon) en el colegio?
¿Algún familiar estuvo en la cárcel?
¿Dónde vives, es un lugar seguro?
¿Pudiste ir a la escuela?
¿Tuviste que tomar responsabilidades que no te correspondían? Ser el hombre de la casa, aún siendo un niño o adolescente o ser la mamá de tus hermanitos siendo una niña.
¿Tenías que demostrar lo bueno que eras en el colegio, en el deporte, en las artes o en alguna otra actividad para tener felices a tus padres?
¿Recibiste maltratos físico (hasta una nalgada se considera como maltrato físico), abuso sexual (desde palabras, tocamientos y el acto sexual), maltrato emocional (palabras hirientes, etiquetas).
¿La economía familiar no daba para que hubiera las necesidades básicas? como una casa, una cama donde dormir, agua caliente, alimentos etc.
¿Eres amado y aceptado incondicionalmente? o tenías que fingir quien realmente eras para ser amado y aceptado.
¿Tuviste algún accidente?
¿Te toco ver como tu padre maltrataba a tu madre o viceversa?
¿Hubo gritos en tu casa?
Son miles de situaciones adversas que un niño puede experimentar, inclusive desde el vientre materno, que lo puede llevar a tener una herida emocional muy fuerte en su interior, un daño en el sistema nervioso central y por consiguiente un cerebro que no haya tenido un desarrollo sano.
Eso los hace proteger su vulnerabilidad y tener susceptibilidad a las sustancias.
El que mi hijo pudiera abrirse a nosotros, nos pidiera ayuda y todo su proceso de su recuperación nos hizo conscientes cuánto le dolió tanto cambio de residencia, el haber sido buleado en el colegio, el no haber podido hablar con nosotros en su momento, porque no quería que sufriéramos lo que él estaba sufriendo, su silencio no le ayudó en nada.
Estando ya en la universidad, fue cuando provo la marihuana y sintió un alivio inmediato, sin darse cuenta que a la larga le iba a ocasionar adicción y un terrible brote psicótico.
Si hacemos consciente que nuestros seres queridos están tratando de encontrar un alivio inmediato a su dolor, a su adversidad, a su experiencia vivida, cualquiera que haya sido, desde el momento que vemos que comienzan a consumir sustancias antes de los 26 años, va a crearles un problema de salud físico, biológico y mental.
Si ves que tu hijo niño/adolescente esta consumiendo drogas desde cigarros, alcohol, marihuana, u otra droga pide ayuda de inmediato. Esto está fuera del alcance de nuestras manos, no podemos ayudarlos, y nosotros también necesitamos mucha ayuda.
No dejes que su consumo cause un daño en el cual ya no se pueda hacer nada.
Y por favor no lo mandes a la calle, no dejes que siga consumiendo, y no llames a la policía. En ciertos grupos de apoyo la mala interpretación de soltarlos está causando que haya personas con el trastorno de consumos de sustancia en la cárcel, o en situación de calle.
Marycarmen Blanco
