Hacer cambios en mi vida, reconocer mis mecanismos de defensa, estar en crecimiento continúo, leer libros de autoayuda, tener terapia familiar e individual, meditar con meditaciones del kundalini yoga, tomar diplomados de desarrollo humano, de eneagrama y de espiritualidad, me han llevado a reconocer que no fui mala hija, que no era desobediente, que no era rebelde, solamente quería ser YO.
Siempre tuve una voz interior que me decía:
No debes de ser, lo que los adultos quieren que seas.
No debes de creer, lo que los adultos te dicen que creas.
No debes de estudiar, lo que los adultos te dicen que estudies.
No te avergüences de quién eres.
No te avergüences de tus cabellos rizados.
No te avergüences de tu peso.
No te avergüences de lo que dices.
No te avergüences de tu color.
No te avergüences de tu raza.
No te avergüences de tus raíces.
...
Solo quería SER YO, y eso me creaba mucho conflicto interno. Tuve que ponerme muchas máscaras para satisfacer a los adultos que me rodeaban, familia, maestros, vecinos. Al mismo tiempo, muchos escudos de protección para no sentirme atacada, avergonzada y con miedo.
Cómo iba a tener un sano juicio, cuando todo lo que hacía era criticado y tenía grandes consecuencias impuestas, porque había que hacer, decir y pensar lo que los adultos querían, yo no tenía voz.
Haber emprendido mi vuelo, mi camino, mis deseos, me han dado autonomía, he recuperado mi autoestima, he logrado quitarme muchas máscaras, ahora soy totalmente libre de cadenas, ya que no tengo ningún escudo que me proteja. Ahora soy yo.
El saber quién soy YO ahora, sé quién soy, puedo hablar, pensar y actuar con autenticidad, porque no tengo que satisfacer las necesidades de otros, más que las mías.
Ahora me cuido, me protejo, me nutro con lo que veo, con lo que escucho, con lo que huelo, con lo que hablo, con lo que toco, yo soy la persona mas importante.
Y termino con esto, si YO estoy bien, los que están a mi alrededor estarán bien y aprenderán a cuidarse por ellos mismos.
