Llevar a cabo la resiliencia, no es un trabajo fácil. Ya que es trabajar a través de mi propio dolor. No me quería levantar del sofá, ya que me dolía hasta el alma, me dolía todo el cuerpo, sentía que las paredes de mi casa me aplastaban. No quería saber de nadie ni de nada, solo quería llorar.
Hasta que, reconocí que tenía que levantarme y enfrentar lo que estaba viviendo con entereza, por lo que me rendí y le pedí ayuda a mi poder superior, el cual se encuentra dentro de mi y con su amor y misericordia me levanté y lo primero que hice fue repetir la oración de la serenidad y reflexionar y darme cuenta que me había olvidado de mi.
Por lo que empecé a trabajar día con día para yo poder estar bien.
Es como una semilla, la siembras, que le dé el sol, la riegas y en unos días empiezas a ver esa semilla germinar. Pero no te detienes, sigues con su cuidado, hasta que la vez crecer en una hermosa planta.
Por lo que, me cuidé, para poder florecer.
´Me atreví a salir de mi zona de confort.
´Ante la adicción de mi hijo, yo no tenía la cura, la causa y la culpa.
´Me costó trabajo, pero pedí ayuda.
´Leí mucho con respecto a la adicción, causas, efectos y tratamiento.
´Ir a Alanon y trabajar los 12 pasos me ayudaron a hacer un trabajo personal y espiritual.
´Antes de pensar ¿por qué a mi? Razoné y me dije, esto me está pasando ¿que voy a hacer conmigo y mi familia?.
