Martes 14 de junio del 2016
Son las 10:30 a.m. y acabo de regresar a casa después de haber ido a caminar con mi perrita. Una hora y media de camino; de disfrutar la naturaleza meditando todavía mi fin de semana, el cual fue un verdadero regalo de Dios.
Dentro de mi meditación, lo que más me removió fue el saber que todos los que estamos en este mundo tenemos problemas , y muchos, pero todo va a depender de cómo los vamos a trabajar y enfrentar. Yo soy una persona pro-vida, no estoy de acuerdo al maltrato a ningún ser vivo, pero voy a utilizar la fiesta brava como una metáfora para enfrentar los problemas .
El torero se enfrenta al toro y poco a poco lo va capoteando, para analizarlo y ver qué tan fuerte y agresivo puede ser. Sin perder la mirada y de frente, va caminando con pasos firmes pero despacio. Con mucha tranquilidad se detiene muy cerca del animal. Así va manejando al toro durante toda la faena hasta que al final con gran decisión, fuerza y soltura da una estocada y mata al animal.
“Yo creo que recorriendo una faena de toros es la manera en que debo enfrentar mis problemas . Con serenidad, pensando bien la situación que debo de trabajar, manejarlo despacio y con cautela para poder tener un buen análisis de este; ver que herramientas y habilidades tengo, reconocer que si no puedo solucionarlo por estar fuera de mi alcance puedo buscar ayuda y así finalmente poderle dar la estocada final al problema.
Es por eso que todo este proceso de la enfermedad de mi hijo, la he tomado con serenidad, buscando la ayuda profesional. Mientras mi hijo está en la casa de cuidados extensivos recibiendo toda la ayuda que necesita, yo en mi casa estoy trabajando en mi, con amor, con paciencia, con perdón, con la ayuda del tiempo, haciendo ejercicio, hablándolo con mis amigas, leyendo libros sobre el tema, y escribiendo. Todas estas herramientas son como las capoteadas del torero.
Poco a poco me doy cuenta de cómo hemos cambiado. Como ha cambiado mi familia. Cada domingo que visito a mi hijo lo veo diferente, trabajando y creciendo.
“Así fue mi meditación esta mañana, además que le pedí a, mi Ser Superior todo su apoyo para seguir trabajando en mí y no quedarme estancada. Además oré por todos los adictos del mundo.”
Excerpt From: María del Carmen Blanco. “La Adicción de mi Hijo, Dolor, Transformación y Sanación.” Apple Books. pag 123
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